El chile: una familia gastronómica
Jalapeño, morita, guajillo, habanero, poblano… Uno de los elementos de la cocina mexicana que más conquistan paladares es, por supuesto, el chile. El chile es una variedad del pimiento, y contiene una gran cantidad de capsaicina, es decir, lo que le da su sabor picante.
La palabra viene del náhuatl “chili” o “xili” y se consumía aquí desde la época prehispánica, por eso casi podemos decir que traemos el gusto en los genes, pues nos viene de una larga tradición. De las aproximadamente doscientas variedades de chile que se conocen, sólo sesenta y cuatro son domesticadas y se utilizan como ingrediente culinario.
Pero no sólo nos gusta por su cualidad de resaltar los sabores, sino porque es, de hecho, un alimento de lo más sano, pues aporta vitaminas A, B1, B2, B6, además de azufre, calcio, hierro, magnesio y yodo, sin contar que tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y anticancerígenas, aunque es verdad que es mejor consumirlo con moderación, porque también puede irritar el estómago.
En México, pese a la gran variedad que existe, los que más se consumen son el jalapeño, el habanero, el serrano, el manzano y el chile pasilla o seco, este último, más que ser una variedad, es una forma de procesarlo.
En Villa Casona le sacamos provecho a todos los chiles mexicanos, pues cada uno tiene sus matices y su sabor que va mejor con uno u otro platillo. ¿Cuál es tu favorito?
