¿Nos echamos un guacamole?

Este delicioso platillo sólo pudo ser concebido por los mexicas, quienes lo denominaban āhuacamolli (“salsa de aguacate”), y lo preparaban desde antes del siglo XV.

totopos con guacamole

Cuando llegaron los españoles, quedaron tan fascinados con su sabor y textura que trataron de imitarlo en su país con los ingredientes que tenían disponibles en el viejo continente.

Sin embargo, como el guacamole es inigualable, ninguno de aquellos intentos les pareció satisfactorio, y fue entonces cuando decidieron llevar aguacate a Europa para su cultivo.

El aguacate es un fruto originario de la zona central y sur de México y no sólo es popular por su sabor y consistencia,

sino también por sus propiedades y beneficios para la salud;

por ejemplo, es una excelente fuente de grasas saludables, potasio y fibra, además de sus altos niveles de vitaminas C, E, K y B6.

Es cierto que el aguacate se puede comer como acompañamiento en casi cualquier comida, pero definitivamente donde es la estrella es en el guacamole. 

Parece muy sencillo preparar esta salsa de aguacate, pero cada uno lo prepara a su manera, pues además lleva jitomate y cebolla.

A veces, se le puede añadir jugo de limón para resaltar su sabor, además de ajo, cilantro, sal o chile fresco; otras, en lugar de jugo de limón, puede prepararse con jugo naranja, pues aporta una buena acidez, aunque también lo endulza un poco. 

Lo mejor es comer el guacamole recién hecho, pues cuando el aguacate se oxida, adquiere un tinte ligeramente marrón.

guacamole

En Villa Casona somos fanáticos del guacamole, por lo que cada vez que vengas, nuestro guacamole fresco estará listo para acompañar tus platillos favoritos.