Tómate una taza de tu propio chocolate
El chocolate es un ingrediente que ha sido parte de la alimentación mexicana desde los tiempos prehispánicos. Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) los olmecas cultivaban cacao para la preparación de una bebida que ingerían en ceremonias a la que llamaban Xocolatl. Y, por ser un símbolo de riqueza, este ingrediente también era utilizado como moneda de cambio en la antigua Tenochtitlán.
El cacao se encuentra arraigado en la cultura mexicana, y esto lo podemos comprobar en el Popol Vuh,donde aparece en códices mayas y estelas de piedra. Varias excavaciones arqueológicas realizadas en Centroamérica, han encontrado fragmentos de cerámica del año 1100 y 800 A. C. con restos de cacao mezclado con semillas de zapote, miel, flores, pinole, achiote y maíz. Su consumo en el continente europeo se atribuye a la conquista de los españoles. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando las barras de chocolate aparecieron por primera vez.
Durante la pandemia que el mundo entero vivió en 2021, el consumo de chocolate alcanzó cifras exorbitantes, siendo Suiza el país con el promedio más alto de casi 12 kilogramos per cápita. Estados Unidos ocupó el segundo lugar con 9 kilos, mientras que México alcanzó los 6.5 kilos. Naturalmente, quienes más se beneficiaron fueron sus productores, ya que durante este mismo año el mercado de cacao fue evaluado en 46.61 billones de dólares.
Globalmente, Costa de Marfil es el principal productor, mientras que México se encuentra en el decimotercer lugar. A nivel nacional, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) reportó que la producción de cacao en los últimos diez años fue de aproximadamente 27 toneladas, situando a Tabasco, Chiapas y Guerrero como los principales estados de cultivo.